Su puesta en escena a modo de carrusel puso la guinda final a una semana de la moda de ensueño. Ya es un clásico, el último día de la Fashion Week a las 10 de la mañana todo el mundo espera para ver el desfile de Vuitton, la marca de moda de lujo que más factura al año.

Este año Marc Jacobs ha dado la campanada con una genial idea, una pasarela circular con un carrusel como protagonista, del que se van dejando caer delicadamente cada una de las 48 fantásticas modelos. A la cabeza del equipo, y presentándose como la modelo más divinizada, está Kate Moss, que montada en un corcel blanco y con un vestido blanco con plumas dejó a t
odos boquiabiertos.


Mar Jacob escogió esta forma de presentar su colección, con la intención de hacer una metáfora que está bastante clara: Todo gira, todo cambia, todo vuelve.

Ternura, suavidad, líneas tenues e inocencia son algunos de los apelativos que nos vienen a la mente cuando vemos las prendas de esta colección. El blanco y el plateado son sus protagonistas, pero también colores pastel como verdes, rosas, amarillos y naranjas suaves y azules profundos salpicados con motivos primaverales hacen su aparición.





La colección se presentaba entre los rumores que envuelven al futuro de Mar Jacobs, que podría dejar la dirección de Louis Vuitton para ser el sustituto de Galliano en Dior, firma del mismo grupo empresarial (LVMH). No obstante la cosa no está del todo clara, Sarah Burton, de Alexander McQueen es otra seria candidata para el puesto.


Pero la noticia no estaba solo en tan singular pasarela. Observando desde sus asientos con atenta mirada estaban Dasha Zhukova, Rachel Zoe, Julia Restoin-Roitfeld y su progenitora y Nicole Richie. Olivia Wilde y la actriz Abbie Cornish tampoco faltaron a la cita.


No te pierdas el vídeo del carrusel de de Louis Vuitton en acción. Viaja al mundo de los sueños.